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El profesor en el trabajo |
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Jousse se consideraba un iniciador. Su frescura de pensamiento le permitió aportar soluciones, y más aún una metodología para resolverlas, ante problemas científicos que parecían insolubles. Pero lo que descubrió para sí mismo sólo tiene sentido si otros investigadores prueban y desarrollan estos descubrimientos, en sus propios campos de especialización.
Una nueva epistemología para las humanidades
La contribución de Marcel Jousse debe situarse ante todo en los fundamentos de las ciencias humanas y sociales. Propone una epistemología original, es decir, una respuesta a la pregunta: “¿Qué podemos saber del Hombre? Lo único que podemos observar en nosotros mismos y en los demás son los “gestos”. Este término se extiende desde su significado habitual a todos los fenómenos que se producen en un ser humano vivo, y que están en posibilidad de una conciencia. Es difícil apreciar las implicaciones de este cambio de perspectiva, tan impregnados estamos de las palabras heredadas del dualismo mente/cuerpo.
Una vía de investigación que hay que explorar es vincular la obra de Jousse, siguiendo a su maestro Pierre Janet y su “psicología de la conducta”, con lo que se ha llamado “convencionalismo” del matemático Poincaré, o “instrumentalismo” del físico Pierre Duhem.
Imitación humana
Una consecuencia de esta postura es buscar leyes, no para describir la realidad en su verdad, sino para acercarnos a ella, enlazando nuestras observaciones de forma coherente. afirma Jousse el 8/01/1942 durante una conferencia en la Sorbona:
El gran matemático francés Henri Poincaré escribió esta frase:
“Si las verdaderas leyes que rigen el universo nos fueran reveladas,
nos sorprendería su sencillez.
Cuando Poincaré escribió esta frase, se refería a la mecánica celeste.
Esta frase la podemos aplicar con más razón a la mecánica humana.
Aquí está pensando particularmente en la ley del “mimetismo humano”, vislumbrada por Aristóteles en La Poética bajo el término “mimesis”. Jousse lo convierte en la piedra angular de toda su obra.
Edgard Sienaert, traductor de la obra de Jousse al inglés, ha profundizado en este enfoque central componiendo una colección ordenada de extractos de cursos titulada: “Al principio era la mímica – Un intento de lectura global de los cursos de Marcel Jousse”.
Una metodología con múltiples aplicaciones
Para Jousse, la actividad científica presupone una fuerte individualidad, y también el trabajo en equipo. Por eso no duda en destacar a quienes amplían sus descubrimientos.
Diez años después de la publicación del “Estilo oral”, Jousse hace un balance de los trabajos realizados en diversos ámbitos: estudios bíblicos, homéricos, literarios, psiquiátricos, psicológicos y pedagógicos.
Extracto del curso en pdf para descargar (6 páginas)
Entre el abanico de posibles investigaciones antropológicas, Jousse se especializó en el estudio de los orígenes arameos del cristianismo. En una conferencia de 1943 titulada “La antropología francesa y sus descubrimientos“, Jousse presenta brillantemente sus principales aportaciones, en torno a temas muy polémicos en la época.
Extracto del curso en pdf para descargar (36 páginas)
¿Qué es un descubridor?
Entre los creadores, Jousse distingue entre inventores y descubridores (durante una conferencia en la Escuela de Antropología, 30/11/1936):
Esos son extremadamente raros. Es que el Descubridor tuvo que silenciar todo lo que le enseñaron para afinar en los gestos mismos de lo Real durante treinta, cuarenta, cincuenta años. Se trata de algo tan extraordinariamente raro que sólo se puede encontrar una o dos veces por siglo, dos a lo sumo. Estos hombres se llaman Copérnico, estos hombres se llaman Pasteur. Ah, es que es más fácil inventar combinando lo Real, que descubrir lo Real que aún no se ha visto en sus elementos primarios.